América Vs. Chivas |
Habiendo empezado como un juego sumamente desigual, el hoy
llamado clásico ha evolucionado bastante hasta nuestros días.
Pero siendo México un país en el que culturalmente la
memoria a largo plazo no existe (pregúntenle al PRI en las elecciones pasadas),
resulta increíble que un partido de fútbol sea recordado todavía hasta el día
de hoy después de haber pasado décadas de haberse jugado. Muchos aún recuerdan
con añoranza la final de aquel lejano 1984, resulta extraño incluso que algunos
hablen de ese partido cuando se jugó en un año en que no habían nacido aún.
Carlos Hermosillo driblando |
Más allá de si se tiene derecho a hablar de algo que no se
vivió o no, la pasión que despierta este juego entre sus seguidores (asiduos o
esporádicos, férreos o villamelones) es digna de análisis a profundidad. Siendo
sinceros, durante muchos años ni América ni Guadalajara han sido equipos que
han dejado mucho que desear en su funcionamiento, pero que no por ello dejan de
tener los adeptos que han ganado con el paso de los años.
Si la afición se hereda o no es una cuestión que podría
parecer tema romántico, pero la realidad es que desde la niñez, un momento de
gran impacto en la familia es cuando se comparte el tiempo para ver o para
jugar un partido de fútbol. Difícilmente nuestros padres compartían nuestro
gusto por las caricaturas o programas para niños, pero en el fútbol convergían
el deporte y el juego. Nuestro “Rol model” nos enseñaba su afición, no
necesitaba decirnos que equipo era su favorito, nosotros nos dábamos cuenta en
sus reacciones, parecidas a las de los niños frente al televisor viendo pelear
a los superhéroes con los villanos. Si nuestros padres iban del lado de un
equipo, seguramente ese sería el superhéroe
y el contrario el villano, desde luego nosotros nunca estaríamos del lado del
villano.
Bronca América Vs. Chivas |
Que increíble cuando se enfrascaban en una disputa rígida,
porque era como llegar a ver la caricatura en el momento importante, justo
cuando se enfrentaban de lado a lado con sus súper poderes, y que decir si en
el partido llegaba a haber golpes, era el capítulo deseado toda la temporada.
Quienes vivimos de niños estos momentos con nuestros seres
queridos (padres, abuelos, tíos, primos o hermanos mayores) hoy en día no
tenemos tiempo de fantasear en el trabajo o la escuela, pero cuando llega el
fútbol del domingo regresamos ansiosos a ese momento en que se enfrentaban el
bien y el mal, deseando con el corazón que el bien gane, y siendo parte de esa
victoria si es que se daba.
Hoy día no importa en que momento llegue nuestro equipo, lo
que importa es ganar esa batalla tan esperada, tan anhelada y que queremos que
sea un triunfo claro a la vista de todos, por ello le exigimos a nuestros
equipos que hagan todo lo posible para ganar, porque no es solo un juego
normal, sino la batalla más importante, donde volvemos a ser toda la familia
juntos aunque muchos ya no estén presentes, donde todos queremos lo mismo y
donde no importan los problemas de cada uno, porque en ese par de horas
volvemos al punto de felicidad que nos da pertenecer a un grupo que nos hizo
felices tanto tiempo.
Omar Bravo |
Oribe Peralta |
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